La presencia auténtica parece ser un don raro y precioso en nuestro mundo actual. ¡El ritmo de vida, la compulsión de ganar amigos en Facebook y hablar de cosas superficiales, así como el dolor y el trauma, desde nuestros primeros años, que pueden volvernos del revés! La compasión, del latín, es la capacidad de “sufrir con el otro”. Se trata de reconcer, sentir y expresar nuestro propio dolor y trauma para convertirnos en un espacio sagrado, un "sanadorherido" para otros.