Hoy muchas personas ven muy oscuro su porvenir. Muchos jóvenes dicen que no merece la pena estudiar o luchar por un futuro mejor. Pero la fe cristiana nos ayuda a pensar que Dios espera algo de nosotros. Y que nosotros podemos mantener la esperanza, gracias a su amor y su providencia. En el año santo dedicado a la esperanza, en este taller se pretende ayudar a redescubrir la belleza y la fuerza de esta virtud.